El camuflaje en el autismo: una perspectiva desde la neurodivergencia
- Larissa Guerrero
- Nov 28, 2023
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Por Larissa Guerrero

El autismo presenta una amplia gama de manifestaciones y expresiones únicas en cada persona. Una de las características menos conocidas, pero crucial para comprender la experiencia autista, es el fenómeno del camuflaje, un mecanismo adaptativo para ajustarse a las normas de la interacción social y comunicativa. El camuflaje en el autismo se refiere a la capacidad para ocultar o modificar rasgos autistas para adaptarse mejor a su entorno social. Esta estrategia puede adoptar diversas formas y se manifiesta de manera diferente en hombres y mujeres. Esto puede incluir la imitación de gestos, expresiones faciales, o modulación del tono de voz para parecer ‘neurotípico’. El camuflaje se da por 3 acciones distintas, por compensación, por asimilación y por enmascaramiento.
La compensación en el contexto del camuflaje autista se refiere a la habilidad para contrarrestar o mitigar las características autistas a través de estrategias adaptativas. Es una forma de adaptación que implica el desarrollo de habilidades o comportamientos para disimular o minimizar los rasgos autistas y encajar más fluidamente en entornos sociales. En el contexto del camuflaje, la compensación puede manifestarse de diversas maneras:
Desarrollo de habilidades sociales aprendidas: los autistas podemos aprender habilidades sociales mediante observación, práctica y estudio activo para aparentar ser más "neurotípicos" en interacciones sociales.
Control de respuestas sensoriales: podemos aprender a controlar nuestras reacciones sensoriales atípicas, como evitar taparse los oídos frente a ruidos fuertes, para evitar destacar en entornos sensorialmente desafiantes.
Adopción de intereses convencionales: podemos enfocarnos en intereses más aceptados socialmente, ocultando o minimizando nuestros intereses particulares que podrían considerarse inusuales.
Alineación con normas sociales y cognitivas: buscamos alinearse con las expectativas sociales y cognitivas convencionales, modificando nuestra forma de pensar o comportarnos para encajar mejor en situaciones sociales.
Reconocer la compensación es crucial para comprender la complejidad del camuflaje autista y para brindar un apoyo más efectivo y compasivo a los autistas.
Por su parte, la asimilación en el contexto del camuflaje autista se refiere al proceso mediante el cual los autistas intentamos integrar y adoptar comportamientos, intereses o formas de interacción social que se ajusten a las normas sociales convencionales. Este proceso busca la integración en entornos sociales y la reducción de la percepción de diferencias o singularidades que podrían ser identificadas como rasgos autistas. La asimilación implica:
Adopción de conductas y habilidades sociales convencionales: los autistas podemos aprender y adoptar comportamientos considerados socialmente aceptables, como el contacto visual, la entonación en la voz o la interpretación de señales sociales, para parecer más "neurotípicas".
Conformidad con intereses comunes: podemos enfocarnos en intereses o actividades consideradas más convencionales y generalmente aceptadas socialmente, evitando o disminuyendo la exhibición de intereses que podrían ser percibidos como atípicos.
Seguir normas y convenciones sociales: buscamos alinearnos con las normas sociales y las convenciones sociales establecidas, adaptando nuestro comportamiento para ajustarnos mejor a las expectativas del entorno.
La asimilación al igual que la compensación son mecanismos de adaptación que, si bien pueden ayudar a los autistas a integrarnos en entornos sociales, puede ser agotador y provocar una sensación de inautenticidad. El esfuerzo constante por mantener este proceso puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional y mental. Reconocer y comprender la asimilación es esencial para proporcionar un apoyo más comprensivo y sensible a las necesidades individuales de los autistas.
Por último, el enmascaramiento en el contexto del camuflaje autista se refiere a un fenómeno en el que los autistas ocultan o suprimen rasgos naturales de su personalidad, comportamiento o características autistas para ajustarse a las expectativas sociales o parecer más "neurotípicos". Es una estrategia adaptativa compleja que implica modificar o esconder aspectos genuinos de uno mismo para encajar en entornos sociales. Los aspectos del enmascaramiento son:
Supresión de comportamientos autistas: los autistas podemos intentar ocultar rasgos autistas visibles, como movimientos repetitivos (stimming), sensibilidades sensoriales o intereses intensos, para evitar el señalamiento o la exclusión social.
Adopción de comportamientos apropiados socialmente: intentar imitar o aprender comportamientos sociales considerados convencionales, como el contacto visual, la entonación de la voz o los patrones de interacción social, frases, aunque estos no sean naturales para nosotros.
Ocultamiento de intereses o preferencias autistas: podemos evitar hablar sobre nuestros intereses específicos o pasiones que podrían considerarse poco comunes o "inapropiados" para no ser juzgados o excluidos.
Impacto del camuflaje:
Fatiga y estrés emocional: mantener el enmascaramiento puede ser extremadamente agotador y estresante emocionalmente, ya que implica un esfuerzo continuo para ajustarse a las expectativas sociales.
Desconexión con la identidad auténtica: puede llevar a una sensación de desconexión con la propia identidad y a sentimientos de inautenticidad al suprimir aspectos esenciales de la personalidad.
Costos para la salud mental: el enmascaramiento prolongado puede contribuir a problemas de salud mental, como ansiedad, depresión o estrés crónico.
Reconocer el camuflaje es crucial para comprender las experiencias de los autistas en entornos sociales. Brindar apoyo y crear espacios inclusivos donde se valoren y respeten las diferencias individuales puede ayudar a reducir la presión sobre el enmascaramiento y promover la autenticidad y la aceptación.
Existen diferencias entre el camuflaje femenino y masculino que debemos tomar en cuenta cuando tratamos con autistas y sobre todo cuando se va a realizar una evaluación diagnóstica.
Camuflaje femenino:
Las mujeres autistas suelemos desarrollar habilidades de camuflaje más sofisticadas. Podemos imitar comportamientos sociales, aprender reglas no escritas y adoptar estrategias para enmascarar rasgos autistas, lo que a menudo les permite pasar desapercibidas en entornos sociales.
Camuflaje masculino:
En comparación, el camuflaje masculino tiende a ser más directo o menos sutil. Los hombres autistas podemos intentar enmascarar nuestras características a través de conductas más aceptadas socialmente, pero el camuflaje femenino suele ser más complejo y adaptativo.
Ahora que hemos entendido mejor qué es el camuflaje y de qué manera se lleva a cabo, hay que especificar los tipos de camuflaje que se llevan a cabo ya sea por asimilación, compensación o enmascaramiento.
Tipos de camuflaje
Camuflaje social: implica aprender habilidades sociales y seguir normas convencionales para parecer más "neurotípicos". El camuflaje social en el autismo es un proceso complejo en el que los autistas aprendemos y aplicamos habilidades sociales para integrarnos más fluidamente en entornos sociales. Consiste en la imitación y adopción de comportamientos, gestos y reglas sociales convencionales para ocultar o minimizar rasgos autistas y parecer más "neurotípicos" o socialmente típicos.
Estrategias adaptativas que se implementan durante el camuflaje social:
Imitación de conductas sociales: los autistas podemos aprender a imitar comportamientos sociales observados en otros, viendo personajes de series o películas, o a personas cercanas.
Aprendizaje de reglas sociales: dedicamos tiempo a estudiar e intentar comprender reglas sociales no explícitas que rigen las interacciones sociales, como tomar turnos en una conversación, el espacio personal y las expresiones de empatía o emocionales, para integrarnos mejor en entornos sociales.
Adaptación del lenguaje y comportamiento: ajustar el lenguaje y comportamiento para alinearse con las expectativas sociales. Podemos evitar temas de conversación considerados inapropiados o modificar la forma de hablar para que se ajuste mejor al contexto social.
Observación y corrección constante: observar y corregir continuamente el comportamiento, pero este esfuerzo constante puede ser agotador y requerir una atención significativa.
Impacto del camuflaje social:
Fatiga y agotamiento: el esfuerzo constante por mantener el camuflaje puede llevar a una fatiga mental y emocional significativa.
Ansiedad y estrés: la preocupación por cometer errores sociales o ser descubierto puede causar ansiedad y estrés crónicos.
Autenticidad comprometida: al enfocarse en ajustarse a las normas sociales, podemos sentir que estamos suprimiendo nuestra verdadera identidad, lo que puede llevar a sentimientos de inautenticidad.
Camuflaje sensorial: consiste en controlar reacciones sensoriales para evitar ser percibido como diferente en entornos sensorialmente desafiantes. El camuflaje sensorial en el autismo es un mecanismo adaptativo en el que los autistas intentamos controlar nuestras reacciones sensoriales para minimizar o disimular comportamientos que puedan destacar la sensibilidad sensorial atípica en entornos desafiantes.
Estrategias adaptativas que se implementan durante el camuflaje sensorial:
Supresión de estímulos sensoriales: intentar evitar o mitigar activamente estímulos sensoriales desencadenantes, como luces brillantes, ruidos fuertes o texturas incómodas, para evitar reacciones visibles que los hagan parecer diferentes.
Adaptación a entornos sensorialmente desafiantes: aunque se experimentan molestias sensoriales, se trata de adaptarse a estos entornos, a menudo sacrificando la comodidad para no destacar o ser percibidos como "diferentes" o raros.
Control de respuestas sensoriales visibles: intentar controlar o minimizar las respuestas sensoriales visibles, como tapar los oídos en respuesta a ruidos fuertes o evitar movimientos motores repetitivos que puedan llamar la atención.
Estrategias de regulación sensorial: desarrollar técnicas de autorregulación, como respiración profunda o estimulación táctil discreta, para manejar nuestras respuestas sensoriales en entornos desafiantes.
Impacto del camuflaje sensorial:
Sobrecarga sensorial oculta: la supresión de respuestas sensoriales puede llevar a una acumulación de estrés y sobrecarga sensorial interna, lo que puede resultar agotador emocionalmente y causar malestar a largo plazo como meltdowns, shutdowns y burnouts.
Fatiga y estrés crónico: el esfuerzo continuo por controlar las reacciones sensoriales puede llevar a la fatiga mental y emocional, así como a altos niveles de estrés.
Dificultades de autorregulación: al centrarse en ocultar nuestras reacciones sensoriales, los autistas podemos descuidar nuestras propias necesidades de regulación sensorial, lo que podría afectar negativamente nuestro bienestar general.
Camuflaje cognitivo: incluye la ocultación de patrones de pensamiento o comportamientos inusuales que podrían llamar la atención. El camuflaje cognitivo es una estrategia que puede ayudar a los autistas a integrarse mejor en entornos sociales, pero también puede tener consecuencias negativas en su bienestar emocional y en la autenticidad de su experiencia.
El camuflaje cognitivo en el autismo implica la ocultación o modificación de patrones de pensamiento, intereses o comportamientos atípicos para evitar ser percibido como diferente en entornos sociales. A diferencia del camuflaje social, se centra en aspectos cognitivos, como el pensamiento, los intereses o las peculiaridades conductuales, con el fin de integrarse más fluidamente en situaciones sociales.
Estrategias adaptativas que se implementan durante el camuflaje cognitivo:
Adopción de intereses convencionales: podemos intentar mostrar intereses más convencionales o comunes para evitar destacar. Esto puede implicar ocultar o minimizar nuestros intereses particulares que podrían ser considerados inusuales.
Control de patrones de pensamiento o comportamiento: ocultar patrones de pensamiento o comportamiento que podrían ser percibidos como inusuales o excéntricos. Esto puede incluir evitar discutir temas considerados poco comunes o adaptar la forma de hablar para evitar la incomodidad de los demás.
Alineación con normas cognitivas estándar: intentar alinearse con las normas cognitivas estándar, adaptando la forma de pensar o procesar la información para parecer más "neurotípicos".
Control de conductas repetitivas o inusuales: si se tienen comportamientos repetitivos o inusuales, tratamos de limitar o modificar estas conductas en entornos sociales para evitar ser percibidos como diferentes.
Impacto del camuflaje cognitivo:
Sensación de inautenticidad: el camuflaje cognitivo puede llevar a una sensación de inautenticidad al suprimir aspectos naturales de su personalidad, intereses y formas de pensamiento.
Estrés por mantener la máscara: mantener este camuflaje puede ser estresante y agotador emocionalmente, ya que requiere un esfuerzo constante para adaptarse a las expectativas sociales.
Limitación del autodescubrimiento: al ocultar aspectos auténticos del sí mismo, los autistas podemos encontrar dificultades para explorar y desarrollar plenamente nuestras identidades únicas.
En resumen, aunque el camuflaje puede ayudar a adaptarse socialmente, puede tener consecuencias negativas. El esfuerzo continuo de mantener este disfraz puede causar agotamiento emocional, ansiedad crónica y problemas de identidad al suprimir la autenticidad de la persona. El paradigma de la neurodivergencia busca resaltar la diversidad y la autenticidad de las experiencias neurocognitivas. En este contexto, se destaca la importancia de aceptar y comprender los diversos estilos de procesamiento cognitivo y de comportamiento, en lugar de presionar para la conformidad con normas sociales convencionales. En conclusión, el camuflaje en el autismo es una estrategia compleja y adaptativa que se manifiesta de manera distinta en cada persona, y comprender su impacto es crucial para proporcionar un apoyo adecuado y respetar la diversidad en la experiencia autista.
Te invitamos a dejar de hacer camuflaje.
5 beneficios de dejar de camuflar:
Mayor autenticidad: al dejar de camuflar, los autistas podemos expresarnos de manera más auténtica, lo que les permite mostrarnos tal como somos, sin suprimir aspectos importantes de nuestra personalidad o comportamiento.
Reducción del estrés y la ansiedad: al no tener que mantener una fachada o suprimir características auténticas, se reduce el estrés y la ansiedad asociados con el esfuerzo constante por encajar en entornos sociales.
Mejora en la salud mental: la autenticidad y la aceptación de uno mismo pueden contribuir a una mejor salud mental, disminuyendo la probabilidad de sufrir ansiedad, depresión o agotamiento emocional.
Fomento de relaciones auténticas: al ser auténticos, podremos establecer relaciones más genuinas y significativas, ya que esto permitirá que otros nos conozcan y se relacionen con su verdadero yo.
Fortalecimiento de la autoaceptación: dejar de camuflar puede promover una mayor aceptación y comprensión de la propia identidad, ayudando a construir una autoimagen más positiva, autónoma, empoderada y resiliente.
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